Los cientos de miles de tickets vendidos alrededor del mundo para los conciertos, habla de un artista consumado, con una trayectoria sumada de 57 años desde que Birmingham, Inglaterra, vio nacer a sus hijos pródigos: Ozzy en la voz, Tony Iommi en la guitarra, Geezer Butler en el bajo y Bill Ward en la batería. Comenzaron tocando blues, luego folk para, al final, crear (sin querer) un nuevo género musical: el heavy metal. Este martes se reportó el deceso de John Michael Osbourne, quien batalló con la dislexia, los excesos en el consumo de drogas, alcohol… Dejó secuelas al padecer Parkinson en grado cinco, que lo dejó postrado en una silla de ruedas, sin fuerza para sostenerse de pie. Y aun así, todavía dio una cátedra de cómo brindar un concierto con el alma, con lo que queda de fuerza. 17 días después, trascendió de plano. Cuando revisamos las fotografías del recital, vemos cada vez más canas, algunas pintadas; arrugas, ojeras, calvicie… signos del inexorable paso del tiempo. Y en la interpretación, las voces ya no son las mismas, tienen que cambiar el tono de las canciones para que el vocalista “le llegue” y no se desgarre las cuerdas vocales, las rolas se vuelven más lentas, y aunque no salen en bastón, Ozzy ocupó un trono para poder cantar en “Back to the Beginning”. Los héroes, musicales, también son humanos, padecen una vida distinta a la del común denominador que les exige más y más; algunos la libran y llegan a viejos, otros, no. Un caso: el vocalista de la banda de grunge gringa, Alice In Chains, Layne Staley, quien murió a los 34 años de edad, el 5 de abril de 2002, por una sobredosis de heroína y cocaína, conocida como speedball. O uno de los más famosos: John “Bonzo” Bonham, baterista de Led Zeppelin, quien falleció el 25 de septiembre de 1980 tras ahogarse con su propio vómito, luego de una noche de borrachera. Tenía 32 años de edad. Por eso que Ozzy llegara a los 76 años fue un logro. Algunos cambian, como el cantante de The Rolling Stones, Sir Michael Philip Jagger, que a sus 82 años, muchas arrugas, una delgadez evidente, dejó los excesos para llevar una vida más saludable y poder seguir rockeando en el escenario. Sí. Seremos la generación que vea a los últimos reductos del rock morir. No es una lástima, es un honor haber escuchado su música, aunque no los hayamos visto en concierto. El paso del tiempo no se detiene.
Es cuanto.
Ya no quiero llorar más #OzzyOsbourne pic.twitter.com/KSvAQqqoFq
— pedro ortiz (@pedritoortizjr) July 23, 2025
















