Fue la ruptura entre Elon Musk y Donald Trump, que han protagonizado, cada quién en su plataforma (Equis y Truth Social, respectivamente), una verdadera novela, ni siquiera ideada por Carla Estrada, o Ernesto Alonso, digna de Televisa, o de “Casos de la Vida Real”. Ni mandado a hacer el guion, que ha tenido a los usuarios de redes sociales, periodistas y opinólogos al filo del asiento. Peor que matrimonio arreglado, los dos monstruos, que días atrás se estrecharon la mano, se dieron abrazos de caguamo, intercambiaron regalos, celebraron el triunfo electoral y hasta fueron cómplices en multitud de ilegalidades en Estados Unidos, ahora no pueden ni verse y están al borde de un conflicto que amenaza la Presidencia del magnate naranja. Y aunque este jueves fue el acabose, es un tema que viene arrastrándose desde que Musk salió del gobierno, de la DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), instancia que se dedicó a correr gente a lo bestia, sin un mínimo de decoro, argumentando que no hacían nada. Típico de un empresario. La bomba que detonó el affaire, fue la presentación del programa de ley de gastos y presupuesto de la Administración, al que calificó como “abominación repugnante”, ya que elevaría la deuda (de por sí impagable) a niveles peligrosos, pues caería en déficit. Lo mismo dijeron, antes, especialistas económicos, pero Trump aplicó la clásica: “oídos sordos”. En respuesta, el neoyorquino informó que retiraría todos los subsidios y contratos gubernamentales al sudafricano, en especial a Space X, o sea, el programa de llegar a Marte se quedará en stand by. Pero no fue lo peor. Elon Musk soltó tres declaraciones explosivas. La primera: afirmó que Trump forma parte de los archivos no publicados de Jeffrey Epstein, acusado de pedofilia y tráfico de menores. “Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”, expuso. La segunda: Musk dejó entrever que el republicano no hubiera ganado las elecciones si no hubiera sido por su financiamiento. ¡Tsssss! Y la tercera: también sugirió crear un nuevo partido político, obvio apoyado por él, para que las y los estadounidenses tengan una opción alterna a los tradicionales, añadiendo que Trump debe renunciar o ser enjuiciado, y reemplazado por el vicepresidente, JD Vance. Por lo pronto, antes del cierre de este editorial, Tesla ya había perdido la friolera de 34 mil millones de valor bursátil en mercados, a ver este viernes cómo amanecen los indicadores. Mientras, nosotras, nosotros, tomaremos nuestras democráticas palomitas y veremos cómo arde Estados Unidos.
Es cuanto.