Ese que gozó por varias décadas de privilegios, muchos recursos públicos, cuyos nombramientos eran potestad del Poder Ejecutivo, con el aval del Legislativo. Hay prácticas parecidas en algunos condados de Estados Unidos, en Bolivia y hasta en Suiza, que se parecen más a un tema de plebiscito o referéndum que a una elección en todas sus palabras. Por supuesto, no hubo las mareas de gente que se dan en una jornada presidencial, pues no se trataba (el de este domingo) de un contraste entre proyectos, sino la conformación de diversas áreas del Poder Judicial. Sí, sí hubo actores políticos, obvio, que se tenían que colar, pero de eso se trata la democracia, ¿no? Entonces, qué bueno que participen, qué bueno que hagan su campaña, qué bueno que todos aquellos que se sienten perjudicados con la decisión de implementar la Reforma Judicial la desestimen; qué bueno que aquellos juristas, sentados en su zona de confort, no aceptaran esta elección, pues también de eso se trata la democracia. Por ello, aplausos y vítores a quienes, desde la complejidad que representó esta elección, participaron. El que esto escribe, faltaba más, acudió a su casilla a elegir al Poder Judicial. Quieran, o no, somos testigos de un hecho histórico. ¿Fue perfecto? No. Hubo fallas, ajustes, cambios de reglas, maniobras, cochupos, todo lo que servirá para que la siguiente sea más efectiva. El otro lado de la moneda, respecto a la participación, se registró con ejercicios patéticos, como una marcha en la Ciudad de México contra los que decidieron salir a ejercer su derecho. O los constantes llamados de la derecha facha, de la oposición y de actores empresariales (como Ricardo Salinas Pliego, que ahora sí tendrá que pagar miles de millones de pesos en impuestos al ya no tener influencia en la Corte) que mediante mentiras y medias verdades intentaron imponer una narrativa (la que dijo el empleado y lector de noticias, Javier Alatorre, empleado del “tío Richie”) de que México va a ser Venezuela o Cuba, es irrisoria y ya nadie la cree. Pero la nota la dio el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien salió de su encierro y fue a votar a una casilla especial en Palenque, Chiapas, con lo que se cae ooootra mentira de la derecha mediática representada por lectores de noticias, que no son periodistas, u opinadores fachos que derraman hiel y miseria con cada palabra que emiten desde el hígado: que el exmandatario se encontraba exiliado en Rusia o La Habana, o Caracas, o hasta en Beijing, a donde llegó a bordo de un submarino que le mandó Vladimir Putin. ¡Pamplinas! O como ciertos periodistas aldeanos (se comportan como tal, por su estatura intelectual) que, en busca de un escándalo que los haga virales, inventan historias alrededor de una fotografía, sin tener contextos, o desconociendo lo que la ley permite. En fin, salvo algunos incidentes típicos, la primera elección judicial de la historia de México nos dejó muchas enseñanzas, pero sobre todo, será una referencia en el mundo de que a la democracia aún le falta mucho trecho que caminar.
Es cuanto.
Salen a participar en una marcha para protestar en contra de los que salen a participar en una votación 🤦🏻♂️🤦🏻♂️🤦🏻♂️
— Freddy Oliviery (@FreddyOliviery) June 1, 2025
En serio que sí tenemos la oposición mas pndeja del mundo.pic.twitter.com/BnUSSOH8b9