El fantasma de su secretario de Seguridad cuando gobernaba Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, lo puso en una picota que le resta influencia. Se trata, faltaba más, de un grupúsculo que, a pesar de jurar lealtad a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, era un opositor férreo a algunas de sus políticas, como la reelección y el nepotismo del que pretendía beneficiarse, al igual que sus allegados. Una de las huérfanas será la también senadora, Andrea Chávez Treviño, quien estaba en pleno activismo para ser candidata a la gubernatura de Chihuahua. Contrario a lo que algunas de las plumas derechosas o analistas tuiteros afirman, que Morena se resquebraja, más bien lo que está sucediendo es una limpia, no por estar en contra de la mandataria, sino que incumplen con los 3 mandamientos del lopezobradorismo: “No mentir, no robar, no traicionar”. Aunque diga misa, López Hernández está preocupado, en el Consejo de Morena, de este domingo, se le vio cabizbajo, como previendo cuál será el desenlace; parecía el apestado, el objeto de las miradas cuando Luisa María Alcalde, desde el estrado, afirmó que “no van a proteger a nadie”. Los ojos de hacha se dirigieron al exgobernador tabasqueño. Tal cual.
Es cuanto.
Más sobre el affaire
Una de las presuntas víctimas del caso Jeffrey Epstein, la artista María Farmer, vinculó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el fallecido pedófilo. The New York Times, uno de los medios corporativos que más critica a la administración trumpista, publicó que Farmer trabajó entre 1995 y 1996 para Epstein para adquirir obras de arte en su nombre, y luego supervisando los ingresos y salidas de menores, mujeres jóvenes y celebridades. Pero en la denuncia hecha por Farmer contra el mandatario, realizada en 1996 ante el FBI, relata que, supuestamente, el encuentro con Trump habría ocurrido una noche en la que Epstein la llamó a sus oficinas y ella llegó en pantalones cortos. Según medios, tomando como referencia a las autoridades gringas, es uno de los "indicios más claros" que relacionan al magnate con los archivos del caso. Conforme pasa el tiempo, se nota que fue un error esconder debajo de la alfombra el affaire Trump-Epstein, pues hay demasiados indicios de una complicidad y participación del presidente con el caso. A sacar las palomitas.
Es cuanto.
















