La convocatoria, disfrazada de un supuesto llamado a “mejoras para el municipio”, no fue más que un intento fallido del bloque PAN-PRI-PRD por incomodar a la administración municipal que encabeza la morenista Tonantzin Fernández. Y decimos "incomodar" porque el propósito no es político ni social: es personal. A Luna todavía le pesa la derrota que le propinó Fernández en 2024, y a Oaxaca simplemente no le agrada la presidenta municipal. Eso es todo. No hay causa, no hay proyecto, no hay demanda legítima.
El PRIANPRD —si es que aún existe como tal— perdió hace mucho su brújula y su base social. Y lo poco que queda de esa alianza se ha reducido a acciones de bajo impacto, gritos en la plaza y maniobras desesperadas. El colmo es que, según declaró su propio dirigente nacional, Jorge Romero, este bloque opositor ha comenzado a impulsar las aspiraciones presidenciales de nada menos que Ricardo Benjamín Salinas Pliego, el empresario que arrastra litigios fiscales por miles de millones y que hoy funge como su nuevo mesías político. Con eso queda claro el nivel de extravío.
La realidad es que esas 50 personas que marcharon fueron utilizadas. Pero la ciudadanía cholulteca habló por sí misma, y con mucha más fuerza: miles disfrutaron del Concierto de Campanas y de las actividades culturales del Festival Vaniloquio 2025. Mientras la oposición intenta fabricar descontento donde no lo hay, la gente vive y celebra su ciudad.
Cholula no se detiene por el berrinche de unos cuantos. Cholula trabaja, crea, participa y se organiza. Lo demás es ruido político de baja intensidad, protagonizado por quienes ya no representan a nadie.
















