Sólo un pequeño detalle se le pasó al también empresario de medios: Labastida fue gobernador hace ¡32 años! No cabe duda, el que es miserable, lo será para siempre. Además, le falta el respeto a los sinaloenses, quienes viven con el Jesús en la boca por las reyertas entre facciones del crimen organizado. Esta lamentable declaración se dio tras una reunión de Rubén Rocha Moya, el mandatario de dicha entidad, con los legisladores federales, espetó: “nos pidió que confiemos en él, que no va a traicionar a la gente (…) claro que es inocente (el gobernador), si hay un culpable es Francisco Labastida”. Definitivo. A este personaje o le falta cultura, o ya confunde las cosas.
Es cuanto.
Ante el desastre de la seguridad pública en Sinaloa, el senador @NachoMierV minimiza los asesinatos en ese estado y le echa la culpa a Francisco Labastida, quien dejó la gubernatura ¡hace 32 años! pic.twitter.com/hEcq4fSdI9
— Pascal (@beltrandelrio) October 24, 2024
Directo a Cooperstown
Prácticamente todo el país, o por lo menos los fans del béisbol, siguen de luto por la muerte de Fernando “El Toro” Valenzuela. De entrada, en el inicio de la Serie Mundial, este viernes, habrá un homenaje merecidísimo en Dodger Stadium, pues hay que recordar que si no fuera por el originario de Etchohuaquila, Sonora, los mexicanos que viven en la capital californiana no hubieran llenado el estadio, o donde fuera a presentarse. Además, hay una anécdota. Cuando construyeron la casa de los Dodgers, el terreno estaba ocupado por muchas familias mexicanas que fueron, literal, echadas para edificar el inmueble, por lo que hubo un alejamiento notable. Fue Valenzuela quien, sin querer, reconcilió a la comunidad con el béisbol. Y es que los paisanos gastan mucho más dinero en un partido de temporada regular que el gringo promedio; el mexicano compra la playera, la gorra, los nachos, la cerveza, la botana. Es buen negocio, ¿no? De ese tamaño es el legado de “El Toro”, no son los números, sino la penetración que hubo con la sociedad, lo que hizo por su gente. Y esperemos que, ahora sí, la Major League Baseball le brinde un lugar especial en el Salón de la Fama.
Es cuanto.